Invasión desde Antonalandia {Kath}

Ese día no encontré nada más interesante que ir a la habitación de Katherine. Decidí darle una especia de sorpresa, pero como sé que no le gusta que la invada, además de que nunca me ha dejado siquiera ver sus llaves y que Roxxane ni siquiera se ha dado el lujo de aparecerse y saludarme, utilizo un clip para abrir la puerta. Sí, su habitción es muy linda, aunque sea igual a la mía, pero su puerta es de pésima calidad, al contrario de la mía. Hice un poco de fuerza con el pedacito de metal y miré alrededor por si alguién notaba mi presencia, aquí no falta el que me suspenda, además de que tenía que cuidar mi careta de niña santa en este lugar.
- Perfecto -me susurré a mí misma con una media sonrisa triunfante y me deslicé dentro. Me recosté en su cama y predí la televisón, no había nada interesante que ver, por la que la deje en American Next To Model y esperé a que llegara.

Estaba en la parte más interesante del programa, el la que Tyra decía quien se iría a casa quedando solo dos de las seis modelos en la pasarela, estaba tan concentrada en ella que ni escuché entrar a Kath, ni siquiera la sentí caminar hasta estar lo suficientemente cerca como para saltarme encima, por lo que cuando la sentí justo arriba mío me asusté y grité bastante para, sin querer, pegarle en el brazo, pero al parecer mi fuerza no era suficiente como para causar daño alguno en cualquier persona.
- Kath, no me asustes así - dije abrazándola y besando su mejilla también - No ves que me puede haber dado un paro cardio-respiratorio - le dije seriamente, antes de venir a su habitación había estado mirando uno de los capítulos de Dr. House.
- Querida, ¿Cómo estás? - le pregunté con una sonrisa apagando la televisión y sentandome dejandole el espacio suficiente como para que ella se sentara a mi lado.